Natación
¡Por fin!
De una vez por todas comencé a asistir a clases de natación. Mi cuerpo se queja silenciosamente, pero de todas maneras parace agradecer cada brazada.
Mi horario universatario está aún muy inestable, pero hay esperanzas de ir por lo menos dos veces a la semana.
A resistir!
De una vez por todas comencé a asistir a clases de natación. Mi cuerpo se queja silenciosamente, pero de todas maneras parace agradecer cada brazada.
Mi horario universatario está aún muy inestable, pero hay esperanzas de ir por lo menos dos veces a la semana.
A resistir!
Etiquetas: cotidianidad, deporte
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio