De vuelta, en este rincón del planeta...

Así, despúes de dos semanas, he vuelto a mi casa. La verdad es que pensé mucho en que iba a pasar en este momento. Siento mi cuerpo cansado y mi alma triste. Pero el reencuentro no fue así. Todo estuvo alegre y celebrado. Mi cumpleaños pasó, al igual que su celebración, el mismo día de mi llegada. Aunque estaba agotada, pude distinguir las muestras de cariño y los pequeños gestos de celebración. Creo que una de las cosas que si me dio pena, fue el hecho de que nada en mi familia ha cambiado: a pesar de que estve afuera casi un mes, los problemas están en el mismo lugar. Es triste pensar en ellos, pero a pesar de lo doloroso que son, me di cuenta de una cosa: no son mis problemas. Hoy tengo muchas cosas en las que preocuparme, muchos proyectos que quiero realizar. Debo recuperarme para volver a la acción.


La experiencia fue excelente. Cuando venía en el bus, realmente sentía que no quería volver. Me adapté demaciado a ese grupo de personas que, aunque son muy buenas pal carrete y el copete, son los seres más buenos que he conocido (exceptuando casos, claro está). No creo haber creado lazos lo suficientemente fuertes, quizás por el temor que siempre habita en mi corazón, pero hubo gente que abrazo mi alma.
Por eso, comenzaré a hablar de mi viaje, cada día que pase, de lo que recuerde, hasta que sienta agotados el cuadal y el mensaje que me gustaría transmitir.

Hasta entonces ^^